viernes, 17 de marzo de 2017

Os Piemas



É habitual empregar distintos poemas para memorizar as primeiras cifras do número Pi. Por exemplo, para lembrar os 20 primeiros díxitos do número, pode empregarse este poema (só hai que contar as letras que ten cada palabra):

"Soy y seré a todos definible
 mi nombre tengo que daros
 cociente diametral siempre inmedible
 soy de los redondos aros"

Pero as poesías de Pi non só foron empregadas como regula memotécnica, senón tamén na literatura. Existen tres tipos de 'Piemas': en primeiro lugar aqueles que tratan sobre o número Pi ou as súas propiedades, mencionándoas directamente. En segundo lugar, como liamos un pouco máis arriba, outros máis orixinais destinados a lembrar as súas cifras decimais. E nun último lugar orixinais combinacións entre ambos os estilos.

Entre o estilo mencionado no caso dos primeiros piemas, unha das máis coñecidas é da escritora e Premio Nobel polaca Wislawa Szymborska, moi afeccionada ás matemáticas.

Resultado de imagen de numero pi
"El número Pi es digno de admiración
tres coma uno cuatro uno
todas sus cifras siguientes también son iniciales
cinco nueve dos, porque nunca se termina.
No permite abarcarlo con la mirada seis cinco tres cinco
con un cálculo ocho nueve
con la imaginación siete nueve
o en broma tres dos tres, es decir, por comparación
cuatro seis con cualquier otra cosa
dos seis cuatro tres en el mundo.
La más larga serpiente después de varios metros se interrumpe
Igualmente, aunque un poco más tarde, hacen las serpientes fabulosas.
El cortejo de cifras que forman el número Pi
no se detiene en el margen de un folio,
es capaz de prolongarse por la mesa, a través del aire,
a través del muro, de una hoja, del nido de un pájaro,
de las nubes, directamente al cielo
a través de la total hinchazón e inmensidad del cielo.
¡Oh qué corta es la cola del cometa, como la de un ratón!
¡Qué frágil el rayo de la estrella que se encorva en cualquier espacio!
Pero aquí dos tres quince trescientos noventa
mi número de teléfono la talla de tu camisa
año mil novecientos setenta y tres sexto piso
número de habitantes sesenta y cinco décimos
la medida de la cadera dos dedos la charada y el código
en la que mi ruiseñor vuela y canta
y pide un comportamiento tranquilo
también transcurren la tierra y el cielo
pero no el número Pi, éste no,
él es todavía un buen cinco
no es un ocho cualquiera
ni el último siete
metiendo prisa, oh, metiendo prisa a la perezosa eternidad
para la permanencia."


Alfonso Ruggiero García





No hay comentarios:

Publicar un comentario